miércoles, 1 de octubre de 2008

BOGOTA DOMINICAL

Algún lector de los que se han acercado a este Almario,puede preguntarse cual es el sentido de este título,para relacionar una ciudad como Bogotá, con el domingo como descanso.Para mí Bogotá como fenómeno urbano supuso desde que la conocí en 1985 un acumulado aliciente al contactar y sumergirme al tiempo con una sensible porción de la problemática latino americana,y también un campo de trabajo y estudio que nunca lograré agradecer suficientemente.Un ofrecimiento realizado en su momento me permitió asesorar a la luz de la experiencia española a los equipos técnicos de la contraparte procedente del Sistema de Seguridad Social, en un tema como los Centros de Rehabilitacion Profesional y la oportunidad de trabajar con profesionales como el Doctor Miguel Pérez,hoy Director de ColSubsidio ,en diferentes Centros de Rehabilitación en Soacha o San Pedro Clavé, en otros Departamentos como Manizales,Medellin o Cúcuta , apoyandome en técnicos inmensurablemente humanos como el Ingeniero Jorge Arango,con quien se realizó la Evaluacion del Programa Colabore ( Naciones Unidas) sobre Inserción de los damnificados del Volcán en Nevado del Ruiz, que afectó especialmente a pueblos como Armero Chinchiná Guayabal,Lérida etc ,o colaborando con Cruz Roja en la veta de vulnerabilidad humana,con los niños de la calle unidos al bazuco(crack) la pega(Cola), prostitución y a su extrema soledad y pobreza o enfermedad mostrando la llaga de su indefensión ante la limpieza "social"y otras acalladas historias cotidianas...




Bogotá en domingo,era sin embargo,una serena pausa de tranquilidad a los agobios e inseguridades.Desde lo alto del monte se divisa una ciudad "sensible" en la zona Norte,una huella de color barro señalando el Sur,que como dice Serrat en otros casos,también existe.Atrás comienza bruscamente la montaña, esa Colombia intemporal de árboles centenarios,caballos y senderos.Al frente un horizonte celeste: la Sabana, y la vista se eleva para acercarse históricamente al incierto territorio de El Dorado,utopía más compleja que el propio metal ,y que tanto Jimenez de Quesada,fundador de la ciudad de Santa Fé de Bogotá, como ptros Conquistadores como Nicolás de Ferdeman y Belalcázar coincidieron en la búsqueda del mismo , en febrero de 1539.




Y efectivamente el Oro se puede ver como en ningún otro sitio en el Museo del Oro,degustar el depurado estilo de los Chibchas en sus diversos yacimientos.La visita a la cámara acorazada resulta inolvidable y muchas de sus réplicas de cierta calidad son posibles de obtener por ejemplo en la Galería Cano de la Ciudad.




El casco antiguo es muy interesante,realmente se puede visualizar las jornadas de Independencia todavía,la Casa del Florero donde inició la insurgencia,la Casa de Doña Manuelita amante de Bolivar,frente a los Jesuitas, la Casa del Libertador,el Palacio de Nariño o La Plaza en su conjunto con la Catedral.el Palacio de Justicia,los soportales de la Libertad,la prosperidad ilustrada y la conciencia de la Gran Colombia, que soñó el mismísimo Bolivar conciencia que Colombia nunca debiera perder,para ser tan grande como Simón la soñó .


El antiguo entorno,propio de las ciudades y emplazamientos españoles ,al pie de las laderas de la Montaña.Las calles verticales trazadas a escuadra y cartabón a partir del Montserrate(el Monte).Las construcciones civiles solemnes y desafiantes a los siglos.Las iglesias coloniales y barrocas.Los pavimentos de granito,la altitud llevadera que no nos abandona en la primera semanana ,con su clima insólito que permite ir con un jersey de verano a los seis grados Centígrados,interesantes puestas de sol y... y un dialogo permanente con una variada pero cotidiana meteorología urbana.




Y...para ambiente popular en el mercado dominical de las Pulgas,una especie de rastro cachaco(como se dice a lo original o propio de Bogotá) "sui generis" muy gracioso y típico.







Cualquiera de estas casas en los Barrios Altos puede recordar la Casa de Uribe que Sergio Cabrera inmortalizó en la acertadisima película de la Estrategia del Caracol,donde Fausto,Frank Ramirez y Carlos Vives desempeñan una excepcional representación,y es que en Bogotá,he disfrutado de forma en principio inesperada de muy buen teatro,de buenos Museos,porque siempre hubo buenos pintores y excelentes literatos an relevantes como el Cervantes Alvaro Mutis o el Nóbel Gabriel García Marquez,magníficos descriptores de lo que sucede las jornadas diarias en el mágisco mundo colombiano.