lunes, 30 de julio de 2012

Entrevista con el intelectual Noam Chomsky"La democracia debe sustituir la hegemonía de los EE.UU."por Rafael Mathus Ruiz.

El intelectual norteamericano, siempre crítico de las políticas de su país, se entusiasma con los movimientos de protesta popular en varios lugares del mundo, mientras advierte sobre un planeta en riesgo ecológico: "Podemos estar yendo a un precipicio", afirma.
Cinco estantes cargados de libros recorren una pared de punta a punta en las oficinas de Noam Chomsky en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Cada tanto, se ven etiquetas escritas a mano con un marcador, pegadas en los estantes con cinta adhesiva transparente: 1955, 1975, 1993, y así, hasta llegar casi hasta el presente. Descansan allí más de cien títulos, algunos en inglés, otros en español, japonés, hebreo o árabe. Todos llevan el nombre del mismo autor: Noam Chomsky.
Esa es la antesala a una charla con uno de los pensadores más prolíficos de la historia contemporánea, que a los 83 años mantiene incólume el fanatismo por su trabajo y su acérrima crítica a las políticas de Estados Unidos. Chomsky -considerado el padre de la lingüística moderna, filósofo y activista- repasa los eventos que sacudieron el planeta en los últimos años, reflexiona sobre el futuro y ofrece, sin sutileza, un panorama cuando menos lúgubre. "Si miro el mundo objetivamente, creo que será un milagro si los seres humanos sobreviven en un mundo decente dentro de cien años", afirma.
Crudo y punzante, Chomsky parece por momentos no dar tregua a la realidad o a la humanidad. Pero luego, cuando habla de las luchas protagonizadas por cientos de miles de jóvenes en Medio Oriente, Europa, Estados Unidos, México o Chile, suelta algo de optimismo, quizás empujado por su espíritu anarquista. No lo expresa con gestos o cambios en su tono de voz. Mantiene, siempre, la misma cordialidad. Sólo identifica progresos sutiles, y recuerda luchas del pasado, los cambios que vio como profesor en Cambridge, el movimiento por los derechos civiles o el feminismo, y repite, varias veces, dos cosas: no se puede vislumbrar el desenlace de las batallas actuales, y ese desenlace depende de la gente. Del 99%, no del 1% que el movimiento Occupy Wall Street puso en el banquillo.
La entrevista con Chomsky comenzó con una recomendación, implícita, a un libro: Falla de diseño ( Failure by design ), de Josh Bivens, economista integrante del Instituto de Política Económica, un centro de investigación que hizo varios análisis sobre la rampante desigualdad de Estados Unidos mucho antes de que cientos de jóvenes acamparan en el Parque Zuccotti, en Nueva York.
"Recorrieron las políticas de los últimos 30, 35 años, y las describieron como un fracaso, pero un fracaso clasista. Hay una falla de diseño, que surge de las clases sociales, que refleja las preocupaciones y los intereses de quienes diseñaron esas políticas. Para ellos, ha sido un gran éxito. Si se utiliza el imaginario del movimiento Occupy... , que por supuesto es sólo imaginario, para el 1% es un gran éxito; para el 99%, es un fracaso. Pero eso es lo que cabría esperar. Las políticas están determinadas por un estrecho sector de poder y privilegio. Funcionan para ellos, pero mire lo que sucede para todos los demás."
Esa falla de diseño, sostiene Chomksy, es la que llevó a cientos de miles a rebelarse en varios rincones del planeta.
¿Está despuntando un nuevo modelo? En busca de algunos indicios en ese sentido, Chomsky menciona, primero, algunas "propuestas de políticas", como ciertas reformas al corazón de Wall Street, o medidas para atacar la corrupción corporativa, que comenzaron a surgir tras la gran recesión de 2008. Luego, habla de un cambio "profundo, mucho más profundo", que él ve como lo más significativo del movimiento Occupy Wall Street : el desarrollo de comunidades.
"Eso es bastante significativo. Este es un país altamente atomizado. Las personas están básicamente solas. Se puede odiar todo lo que está pasando, pero no se cree que se pueda hacer nada al respecto. Romper con eso, y construir comunidades de apoyo mutuo en todo el país, eso en sí mismo es un avance significativo. Si puede ser sostenido ante la represión previsible, y puede crecer, puede hacer una gran diferencia."
Sobre esa idea, agrega que hay nuevos modelos que han ganado atención: el desarrollo de empresas en manos de trabajadores, de tipo cooperativo. "Eso parece estar aún en una etapa muy temprana, pero podría desarrollarse. Y no es una utopía. Podría ocurrir", afirma.
-¿Cómo cree que será el desenlace de este conflicto entre la sociedad civil y el poder tradicional que se ve en las protestas en distintos lugares del mundo?
-Nunca se pueden predecir esas cosas. Si alguien hubiera preguntado hace un año qué pasaría si un par de jóvenes ocupaban el Parque Zuccotti, la predicción racional, lo que yo hubiera dicho, es que iban a ser expulsados por la policía al día siguiente y que todo habría terminado. Bueno, eso no sucedió. Se encendió. Acabo de reunirme con un grupo de activistas de Chile. Si alguien hubiera preguntado un año y medio atrás qué pasaría si un grupo de estudiantes marchara en las calles para oponerse al grotesco costo de la educación y su sistema educativo clasista, hubiera recibido la misma predicción. No pasará nada. Pero resulta que sí pasó, lleva años, atrajo a otras personas, y está desafiando las bases del régimen que dejó Pinochet por primera vez. Y lo mismo en la Plaza Tahir. ¿Quién puede hacer predicciones? El desenlace dependerá de lo que haga la gente.
-¿Cuál es el cambio más significativo que provocaron las protestas?
-Hay varias diferencias entre Egipto, España, Chile, Estados Unidos y los demás. Pero hay algunos elementos comunes. En su mayor parte, es una rebelión contra el neoliberalismo, que fue un fracaso por su diseño. Es un sistema diseñado para el beneficio de un pequeño sector de privilegio y poder. Ha sido un desastre en casi todas partes. Después de un par de décadas de graves, graves desastres, finalmente, hace unos diez años, América latina ha ido levantándose. La Argentina fue uno de los primeros, de hecho. Pero Bolivia, Ecuador, Venezuela, Brasil, han estado saliendo. En Africa del Norte, en la "primavera árabe", una gran parte de las revueltas fueron en contra del neoliberalismo. Las medidas neoliberales han sido impuestas por los culpables de siempre: el FMI, el Banco Mundial, el Departamento del Tesoro, y así sucesivamente. Los países fueron muy elogiados por las instituciones internacionales, como la Argentina, que fue alabada por su economía magnífica justo el día antes de que se derrumbara totalmente. Eso es normal. Y, de hecho, el sistema fue bueno para algunos. Hubo crecimiento, y el crecimiento fue, como de costumbre, muy concentrado. Para la mayoría de la población, significó el estancamiento, y la disminución o eliminación de los sistemas de apoyo, las consecuencias habituales. También la corrupción, tremenda, que siempre viene aparejada. Y la población simplemente se levantó contra eso. En Túnez, y lo mismo en España y Grecia, y los Estados Unidos y Chile. Hay variantes diferentes, pero la misma falla de diseño.
-En América latina muchos ven dos modelos, uno vinculado a Venezuela y el otro a Brasil, ¿cuál cree que puede prevalecer?
-Depende de dónde estén las presiones y de lo que haga la gente. Otro modelo es la Argentina. Canceló, en efecto, su deuda, ante el rechazo de las instituciones internacionales y la denuncia de los economistas que advertían que iba a ser un desastre total. Pero la diferencia más extrema que yo veo es entre Bolivia y Colombia. En Colombia, por primera vez hay una voluntad seria de condenar las atrocidades de los paramilitares. Washington está siendo expulsado de todas sus bases militares en América latina, aunque está tratando de mantenerse en Colombia. Brasil es un caso interesante. En el discurso contemporáneo de Estados Unidos, es el buen ejemplo. Pero si uno echa un vistazo a las políticas de Lula, no son muy diferentes de las del gobierno de [João] Goulart en la década del 60. Bueno, la reacción de los Estados Unidos en ese momento fue organizar un golpe que estableció el primer Estado de seguridad nacional al estilo neonazi en la región, y se extendió como una plaga. Ahora la reacción es darle una palmada en la cabeza y decir "ustedes son los chicos buenos". Eso es un signo de los cambios. El poder de Estados Unidos para intervenir no es cero, pero ha declinado, y la conciencia es cada vez mayor en América del Sur, y, en cierta medida, en América Central, de que no se tiene que aceptar esa dominación.
-¿Quién cree que puede sustituir a los Estados Unidos?
-En un escenario óptimo, lo reemplazarán los propios países. Es como preguntar quién debe sustituir a una dictadura. Bueno, no otra dictadura. La democracia y la libertad deben sustituir la hegemonía de Estados Unidos. No hay necesidad de una hegemonía mundial. Y no hay nadie en el horizonte. El poder de los Estados Unidos está disminuyendo, pero Estados Unidos es abrumadoramente más poderoso que cualquier otro país del mundo.
-Pero, ¿cree que es esperable que el multilateralismo tenga éxito? Vemos estancamiento en Siria, la cumbre de Río fracasó, y en Europa, los líderes no parecen atinar a dar una respuesta contundente...
-En Europa hay más fallas de diseño. Las políticas de austeridad en la recesión casi con garantía dañarán a las economías, aunque el Banco Central Europeo está empezando a reconocer eso. Es una falla clasista que perjudica a la población y está desmantelando el contrato social. Los derechos laborales están siendo destruidos. El poder privado ha aumentado. No tiene que ser así, hay otras opciones. De hecho, Estados Unidos tuvo una política más progresista que Europa continental para responder a la crisis. Eso no es muy bueno, pero al menos es algo. Hubo medidas aquí para evitar la depresión. Y hay un crecimiento muy, muy lento. Europa es lo contrario, se dirige hacia una depresión. Ahora está cambiando, y se está hablando de hacer lo que debería haber hecho en primer lugar. Pero éstas son opciones. No son leyes de la naturaleza.
-¿Es optimista respecto del futuro?
-Si miro el mundo objetivamente, creo que será un milagro si los seres humanos sobreviven en un mundo decente dentro de cien años. No por lo que estamos hablando. Estas son cosas que se pueden solucionar. Creo que con mejores políticas se podrían mitigar algunos de estos problemas, tal vez cambiarlos radicalmente si hay, por ejemplo, un movimiento serio que se proponga trabajar en empresas que estén en manos de comunidades. Pero hay otros problemas que no son fáciles de solucionar. Podemos estar yendo hacia un precipicio. La cumbre de Río es un buen ejemplo. No pasó nada. Había aspiraciones muy bajas, y los resultados fueron irrisorios. Somos como lemmings caminando a un precipicio. Es un problema muy serio.
-¿Cómo se puede evitar eso?
-Puede ser demasiado tarde para evitarlo. Pero una cosa es clara: cuanto más esperemos, más duro será. Y vamos en la dirección equivocada. Hay un montón de entusiasmo y euforia ahora por las nuevas fuentes de combustibles fósiles, por ejemplo en Brasil y en Estados Unidos. De hecho, Obama habló con mucho entusiasmo de que podamos tener un siglo de independencia energética debido a la explotación de combustibles fósiles. The Financial Times publicó un informe sobre las grandes perspectivas para el siglo de la independencia energética de los Estados Unidos. La única cosa que ninguno de ellos preguntó es ¿qué clase de mundo va a ser después de un siglo de explotación de los combustibles fósiles, que están destruyendo el medio ambiente?
-Lleva más de medio siglo en el MIT, ¿no cree que las nuevas generaciones, los jóvenes, sus alumnos actuales, puedan resolverlo?
-No se puede predecir eso. Cuando llegué aquí, en los 50, era una década muy pasiva. No pasaba nada. Si usted caminaba por los pasillos del MIT cuando llegué aquí en 1955, veía hombres blancos bien vestidos, obedientes, indiferentes, haciendo su tarea, sin interés en nada. Dé un paseo por los pasillos ahora. La mitad son mujeres, un tercio son minorías, y hay una gran cantidad de activismo estudiantil en todo tipo de temas. Hay un grupo dedicado al cambio climático aquí, muy bien considerado, que disiente del consenso internacional porque lo considera demasiado conservador. Piensan que la situación es mucho peor que lo que se cree. Estos cambios son muy significativos. ¿Podría alguien haberlos previsto? No.
-Usted dijo que el progreso es lento, pero dramático en períodos largos de tiempo. Después de la crisis global, ¿qué progresos cree que ha hecho el mundo?
-Hay progresos. Por un lado, el discurso general, incluso en los medios tradicionales, y en los medios económicos, ha cambiado. Ahora hay atención en temas que estaban ocultos hace un año, temas como la desigualdad, la corrupción corporativa, el vapuleo del proceso político con la cantidad de elecciones que se compran. También el tema ambiental se ha acercado al primer lugar de la atención pública y al centro de las preocupaciones. Eso ya es un cambio. ¿Puede haber un cambio en la implementación de políticas? No en tres meses. Hay que ver. Hay ejemplos para pensar. Tome 1960. Cuatro estudiantes negros de un colegio negro en Carolina del Norte se sentaron en una cafetería y pidieron ser servidos, algo que era ilegal. Fueron arrestados, por supuesto, y tratados de manera muy dura. Eso podría haber sido el final, al igual que el Parque Zuccotti podría haber terminado el primer día. Bueno, no lo fue. Otros los reemplazaron. Muy pronto el movimiento popular se expandió y se introdujeron cambios sustanciales. Eso no se podía predecir. Más tarde, en la década de 1960, pequeños grupos de mujeres, jóvenes sobre todo, comenzaron a formar grupos para crear conciencia, en los que hablaban acerca de si la represión bajo la cual vivían era una ley de la naturaleza. Muy pronto, usted tuvo un movimiento sustancial de mujeres que probablemente cambió la cultura en todo Occidente más que cualquier otro movimiento. No se pueden predecir estas cosas. Yo estaba en Argentina en 1999, y no había forma de predecir lo que pasó en la década siguiente. Fue una sorpresa total.
-Habla sobre todo de fenómenos que pasaron en Estados Unidos. En 2003, dijo que era el mejor país del mundo. ¿Aún lo cree?
-Dije que en algunos aspectos, lo es. Hay aspectos en los que es el país más libre del mundo, con un montón de buenas características. Hay otros aspectos en los que ha hecho cosas terribles.
MANO A MANOEn su oficina, Noam Chomsky vive rodeado de libros, plantas y fotos de su mujer, sus hijos y sus nietos. Una imagen gigantesca del filósofo Bertrand Russell domina el ambiente. En la entrada, colgada al lado de la puerta, está enmarcada la portada de la revista The American Prospect de abril de 2005. "Entre Chomsky y Cheney", reza el título, acompañado de una caricatura en la que ambos se miran con furia.
El intelectual que revolucionó la lingüística moderna en los años 60 ha sido un feroz crítico de Estados Unidos, en particular, de su política exterior. "La mejor forma de evitar el terrorismo es dejar de practicarlo", atizó, luego de los atentados del 11-S. Chomsky no ha atenuado sus críticas: hace poco, dijo que el presidente Barack Obama era peor que George W. Bush, y que sólo lo votaría si Massachusetts fuera un Estado en disputa, con el fin de impedir el regreso de los republicanos a la Casa Blanca.
Vestido con pantalón y camisa de jean y zapatillas blancas, se lo ve un poco más gordo que hace unos años. Chomsky revela en seguida su cordialidad cuando interrumpe la primera pregunta para pedirle a este corresponsal que le cuente sobre su vida. Luego, generoso, deja que la charla se estire unos minutos más allá de los 20 acordados en un intercambio de correos electrónicos con su asistente, Bev Stohl, y se presta para algunas fotos mientras intenta comunicarse por Skype con una alumna en Europa para discutir su tesis.


Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1493936-la-democracia-debe-sustituir-la-hegemonia-de-los-eeuu




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sábado, 21 de julio de 2012

¡Sí que hay dinero! por Vicenç Navarro


Durante el debate parlamentario que tuvo lugar en las Cortes españolas a raíz de la presentación del presidente Rajoy de las medidas de recortes que su gobierno iba a realizar, el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas del gobierno español, Cristóbal Montoro, indicó que éstas eran necesarias porque “el Estado no tenía más dinero”, punto acentuado por el propio Rajoy cuando subrayó que el nivel de deuda pública en España había alcanzado niveles inaceptables que forzaron la toma de medidas excepcionales, considerando la bajada del déficit como la prioridad número uno de su gobierno. El presidente indicó también que tal bajada del déficit público era la condición indispensable para salir de la crisis, pues sólo con esta bajada se recuperaría la confianza de los mercados financieros y España podría volver a recibir prestado dinero a unos intereses más bajos.

Es sorprendente que la administración Rajoy continúe repitiendo esta creencia (creencia basada más en la fe que en la evidencia) cuando todos los datos acumulados muestran lo erróneos que son los supuestos sobre los que se basa.
Pero antes de mostrar tales datos, es importante subrayar, una vez más, lo que tienen en común los países hoy intervenidos –España, Grecia, Portugal e Irlanda–. Todos ellos tienen estados pobres (su gasto público, incluyendo el gasto público social por habitante, es de los más bajos de la Eurozona), con escasos ingresos al Estado (entre los más bajos de la Eurozona), poco redistributivos (entre los menos redistributivos de la Eurozona), y basados en una fiscalidad altamente regresiva (de los más regresivos de la Eurozona). La causa de que todos estos países tengan estos puntos en común es que todos ellos tienen un contexto político semejante. Durante su reciente historia (los últimos cincuenta años) las fuerzas conservadoras han tenido una enorme influencia sobre sus Estados. Fueron gobernados por muchas décadas por gobiernos ultraconservadores. El contraste con los países escandinavos (que tienen los Estados más desarrollados, con mayores políticas redistributivas y políticas fiscales más progresivas en la UE) se basa en que en aquellos países las fuerzas progresistas han sido las dominantes en su vida política, al revés que en los países intervenidos.


Se podría argumentar que España, como también aquellos países, tiene un Estado pobre porque es un país pobre. Pero los datos no confirman esta situación. El PIB per cápita es el 94% del promedio de la UE-15, y en cambio, el gasto público es sólo un 72% del promedio de la UE-15. En realidad, si fuera un 94%, España se gastaría 66.000 millones más en su sector público y en su subfinanciado Estado del bienestar (tanto en sus transferencias como en sus servicios públicos). Pero no se los gasta, no porque no existan. Sí que existen. Lo que ocurre es que el Estado no los recoge. Y ahí está el punto clave que no se cita. La regresividad de la política fiscal que España tiene en común con todos los países intervenidos. Han tenido que pedir prestado dinero porque el Estado no recoge el suficiente.

Pero lo que es incluso peor es que durante la era de bonanza (estimulada por la burbuja inmobiliaria), el Estado español bajó más y más los impuestos, bajada que favoreció particularmente a las rentas superiores, que adquieren la mayoría de sus rentas de la propiedad de capital. Esta bajada de impuestos determinó –según ha indicado el FMI– nada menos que la mitad del déficit estructural del Estado, déficit que permaneció oculto durante la expansión económica por el elevado crecimiento de ingresos al Estado, apareciendo, sin embargo, en toda su crudeza cuando el boom explotó. Y ahora el Estado tiene que pedir prestado el dinero a los bancos (donde los súper ricos depositan los ingresos que habían adquirido como consecuencia de la bajada de sus impuestos), teniendo que pagar intereses para conseguir el dinero, que podría haberse obtenido, si no hubieran bajado los impuestos.

Y ahí está el problema más silenciado en los medios y en los debates. Fue una lástima que ninguno de los que participaron en el debate en las Cortes españolas hiciese las siguientes preguntas al presidente Rajoy: ¿Por qué el Estado español decidió congelar las pensiones a fin de conseguir 1.200 millones de euros, en lugar de revertir la bajada del impuesto de sucesiones, con lo cual habría obtenido casi el doble de ingresos (2.552 millones). O, ¿por qué en lugar de recortar nada menos que 7.000 millones en sanidad, el gobierno no eliminó la reducción del Impuesto de Sociedades a las empresas que facturan más de 150 millones de euros al año, lo que significa menos del 0,12% de todas las empresas, con lo cual hubieran obtenido más de 5.600 millones de euros? O, ¿por qué quiere ahora establecer el copago sanitario en lugar de aumentar los impuestos de los fondos SICAV y las ganancias especulativas? O, ¿por qué quiere aumentar el IVA, en este momento de recesión, que afectará a las clases populares, en lugar de aumentar el impuesto de Sociedades al 35% para empresas que ganen más de un millón de euros al año, con lo cual ingresaría 14.000 millones de euros más? O, ¿por qué quiere destruir puestos de trabajo en los servicios públicos en lugar de establecer un impuesto a las transacciones financieras, con lo cual, tal como ha señalado el sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda, se conseguirían 5.000 millones de euros? O, ¿por qué en lugar de forzar reducciones de los Estados del bienestar gestionados por las CCAA no reduce la economía sumergida diez puntos, con lo cual aumentaría 38.500 millones de euros?

Estas son las preguntas que deberían haberse hecho y no se hicieron. Rajoy no las habría podido contestar y habría quedado en evidencia, mostrando, que en contra de lo que dice, sí que hay alternativas y sí que hay dinero.

Fuente: http://blogs.publico.es/vicenc-navarro/2012/07/20/%C2%A1si-que-hay-dinero/


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Oleos de V.O.P.Cortesía de Hugo Aguirre

martes, 17 de julio de 2012

Tras el nuevo paquete de recortes en España,El Protectorado a la vuelta de la esquina, por Alberto Montero Soler



Lo que no era sino una línea de crédito concedida a la banca sin condicionalidad alguna y que permitió al presidente Rajoy marcharse a Polonia a ver un partido de fútbol con el sentimiento de leal servidor de la patria a la misma altura a la que volaba el avión presidencial se reveló ayer como una mentira del tamaño de su desvergüenza. Si España llevaba aplicando un plan de ajuste por fases perfectamente asimilable a los planes de rescate de la Troika desde que Merkozy y Trichet le leyeron la cartilla a Zapatero y volvió demudado y dispuesto a hacer cuantas reformas le dictaran, lo que ocurrió ayer en el Congreso de los Diputados es un acto más de esa tragedia.
El presidente que ganó unas elecciones sin programa está haciendo ahora lo mismo que reprochaba a Zapatero y lo contrario de lo que decía que había que hacer mientras estaba en la oposición.
¿Que cómo se iba a subir el IVA a “los chuches”? Pues toma, chavalín, sólo tres puntitos de nada.
¿Que cómo se iba a hacer caer el peso del ajuste sobre los desempleados, máxime cuando uno de cada tres ya ha agotado sus prestaciones, según los datos de paro registrado, o uno de cada dos, según los datos de la EPA? Pues toma, rebaja de prestaciones y a correr para Alemania, Pepe, que aquí, como a Armada, ni hay trabajo ni se le espera.
¿Que cómo se atreven a eliminar la deducción por adquisición de vivienda cuando hay casi un millón de nueva construcción sin vender? Pues nada, primero la recupera y a los cinco meses la desmantela y aquí no ha pasado nada. ¿Deducción? ¿qué deducción? A mí que me registren.
¿Que cómo se iba a elevar la edad de jubilación a los 67 años cuando lo que había que hacer era conseguir que fuera efectivamente a los 65 años? Pues tranquilo, que reformo la reforma a la que me opuse para que se haga aquello a lo que me negaba y que decía que nunca haría.
¿Que desde una rueda de prensa en Seúl digo que lo que España necesita es consumo e inversión y niego que vaya a bajar los sueldos de los funcionarios porque no se puede tocar nada que pueda afectar a la demanda? Pues no sólo les aumento la jornada laboral, previa congelación del salario, sino que ahora les suprimo la paga extra de Navidad que ya se sabe lo gastosa que se pone la gente en esas fechas.
¿Qué la propuesta de hacer una amnistía fiscal es “impresentable”, “injusta” y “antisocial”, como efectivamente lo es? Pues, total, tampoco es para ponerse así porque, aunque esperaba que se recaudaran 25.000 millones de euros, ya sé de antemano que ningún defraudador con dos dedos de frente va a pagar un impuesto del 10% cuando puede seguir manteniéndolo oculto tan ricamente y, por lo tanto, la medida no es que sea antisocial es que es inútil como ella sola.
Y así, suma y sigue, sin que puedan olvidarse los recortes en educación o sanidad, el copago farmacéutico o la reforma laboral. De todos ellos se renegó en la oposición -¡qué barato salía!- y a todos ellos se ha recurrido en el gobierno dando cuerpo a una nueva definición de la política como el arte de hacer lo contrario de lo que se dice sin alterar el rictus e invocando el sentido de la responsabilidad ajena.
En cualquier caso, lo que todo esto viene a poner de manifiesto es algo que se diluye en el ruido mediático sobre las medidas concretas mientras que se deja pasar de largo el sentido del paquete en su conjunto. Si examinamos el paquete y lo agregamos a los que se vienen aplicando a "pildorazos" desde 2010 por el gobierno de Zapatero, la conclusión no deja lugar a dudas: España ha sido “rescatada” por Europa, habiéndose concretado en esta última reunión del Eurogrupo su intervención efectiva, fijándose las medidas que se deben aplicar por títere interpuesto –léase Rajoy- y condicionando lo que se vendió como una línea de crédito a la banca sin condicionalidad a que sean los ciudadanos los que asuman el coste de dicho rescate.
No crean otra cosa, no se dejen engañar por juegos de logomaquia: España está intervenida y lo peor es que es normal que así sea porque somos un país en quiebra que no es que se encuentre ya al borde del abismo sino que está en una caída libre que se acelerará un poco más tras las medidas aprobadas ayer.
Y es que un país con una deuda que, según datos del Banco de España, a finales de 2011 era ligeramente superior al 400% del PIB, de la cual un 325% era deuda del sector privado (familias, empresas financieras y empresas no financieras), es un país quebrado por culpa de dicho sector y que se enfrenta a un "trilema" complejo frente al que no caben huidas hacia adelante.
La primera opción es aquélla de la que nadie quiere hablar salvo, paradójicamente, los finlandeses: la salida del euro. Sí, han leído bien, España debe plantearse su permanencia en el euro, ya sea como estrategia de negociación ya sea como posibilidad real. ¿Que generaría un recorte muy agudo en las condiciones de vida de los ciudadanos de este país? Sin duda. Pero es que los términos de elección actuales no son entre un bien y un mal, sino entre dos males: uno intenso y corto en el tiempo si sale del euro, pero que ofrece perspectivas positivas a medio plazo por la vía de recuperación de la soberanía sobre los instrumentos de la política económica; y otro largo y sin visos de finalización a medio o largo plazo si se permanece en el euro porque esto sólo podrá lograrse a costa de recortes en el bienestar ciudadano hasta niveles de empobrecimiento de la población y polarización social propios de países en vías de desarrollo.
La segunda es permanecer en el euro asumiendo su arquitectura actual y el sentido de las reformas que se están produciendo en la misma y que, como el Pacto Fiscal Europeo, reducen aún más los márgenes de maniobra de los Estados miembros e imponen la austeridad como única política fiscal posible ad infinitum. En ese marco y con los niveles de deuda de la economía española señalados, nos enfrentamos a una recesión que puede alargarse fácilmente 20 años que es, por término medio, lo que duran los procesos de desapalancamiento de las economías que se encuentran en un proceso de recesión de balances como en el que se encuentra la economía española.
Y la tercera opción sería hacer frente a nuestra realidad, una deuda privada impagable, y tirar de las recomendaciones que el Fondo Monetario Internacional realizaba en su último informe bianual sobre “Perspectivas de la Economía Mundial”, esto es, acometer un proceso de quita de la deuda privada. Sí, en efecto, han leído bien. Es el propio Fondo Monetario Internacional, templo de la ortodoxia económica, el que está planteado que la única solución para economías como la española, con ese nivel de apalancamiento privado y en un contexto de caída del precio de las garantías que sirvieron de colateral, es proceder a una reestructuración ordenada de la deuda, que necesariamente debe implicar quitas y que esté orientado a reequilibrar el servicio de la deuda con la capacidad de pago de los deudores. Evidentemente, ello debe hacerse a costa de los acreedores, principales beneficiarios durante los años de bonanza del “milagro” español, incluidos los bancos alemanes. A ver quién le pone ahora el cascabel al gato.
Con independencia de cuál pueda ser mi opción preferida, todo parece indicar que será la segunda la opción elegida y, por lo tanto, lo de ayer en el Congreso constituye un acto más de este sainete en el que se hace lo contrario de lo que se dice, se recurre al eufemismo para ocultar lo evidente y se vende el país a precio de saldo mientras se espera el momento en el que se decrete, formalmente, que el Reino de España se convierte, por obra y gracia de Merkel y la austeridad, en Protectorado alemán.

Alberto Montero Soler (alberto.montero@uma.es ) es profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Málaga. Puedes leer otros textos suyos en el blog “La Otra Economía”.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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martes, 10 de julio de 2012

Manifiesto del depuesto Presidente Fernando Lugo : ¡ No a la violencia del régimen ilegítimo y golpista!.

El juicio político del 21 y 22 de junio se originó en un hecho de violencia en Curuguaty que dejó 17 muertos y que fue parte de una conspiración para desestabilizar al Poder Ejecutivo.


Propusimos desde la Presidencia la constitución de una comisión especial de investigación seria de lo ocurrido con acompañamiento de organismos internacionales. Sin embargo, la primera medida del régimen encabezado por Federico Franco fue suspender esa iniciativa, la que despierta la sospecha de toda la nación de que no les interesa aclarar aquellos hechos luctuosos.


El actual es un régimen originado en la violencia y frente a ello hemos realizado desde un comienzo un llamado al pueblo a mantener la calma, evitar las provocaciones y la violencia. Eso de nuestra parte, pero hemos encontrado violencia y persecución de parte de ellos.


Ni al Presidente Fernando Lugo ni al senador Filizzola, hace más de quince días, la Mesa del Senado ha entregado hasta el presente el registro grabado de las sesiones y la sentencia con las razones de la destitución del presidente constitucional, pese a que se han hecho varios pedidos.


Los senadores Carlos Filizzola y Sixto Pereira están siendo amenazados por senadores golpistas con la suspensión por haberse opuesto al juicio político.


En el SENAVE (órgano de control de las semillas) el nuevo presidente, un vendedor de agrotóxicos, militante del PLRA, ha echado a más de cien funcionarios con la acusación de “luguista”.


En Itaipu Binacional, el sindicato controlado por Honor Colorado, STEIBI, en alianza con el actual director general paraguayo, dirigente del PLRA, anuncia el despido de 300 funcionarios con la acusación de ser “zurdos”.


El nuevo régimen trató de asaltar la TV Pública, lo que generó una heroica defensa de sus funcionarios. Pero ya se iniciaron también las amenazas para dejar de resistir e iniciaron despidos masivos.


En varios ministerios más recibimos denuncias en igual sentido.


Los despidos por motivos ideológicos creíamos eran prácticas del pasado estronista. Vuelven ahora de manos de la cúpula del PLRA.


El nuevo régimen presentó con clara intención intimidatoria un video de muchos años atrás donde aparecen líderes políticos, como el actual senador Sixto Pereira y el gobernador de San Pedro Jose Pakova Ledesma.


Desde varios espacios, los golpistas anuncian acciones contra el Presidente Lugo.


Es decir, no solamente se han violado principios fundamentales del derecho para poder implementar un juicio político amañado, sino que ahora continúan las ilegalidades con persecuciones y atentados a la gente que resiste pacíficamente y se busca amedrentar a aquellos dirigentes políticos que no han claudicado en la defensa de la democracia paraguaya.


Son estos algunos de los hechos que convocan a la opinión pública internacional y nacional, a todos los y las demócratas de la región y del país, a las instituciones internacionales y regionales a no ceder en la denuncia para impedir que el atropello contra la Democracia y la Constitución paraguaya resulte impune.


Muchas gracias.







Fotografía:Nazareno" pensador".Convento de las Chacaritas.BBAA.Argentina.
J. Díaz Pereira




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sábado, 7 de julio de 2012

Sadismo económico.Un articulo de Ignacio Ramonet,Director del Monde Diplomatique

¿Sadismo? Sí, sadismo. ¿Cómo llamar de otro modo esa complacencia en causar dolor y humillación a personas? En estos años de crisis, hemos visto cómo –en Grecia, en Irlanda, en Portugal, en España y en otros países de la Unión Europea (UE)– la inclemente aplicación del ceremonial de castigo exigido por Alemania (congelación de las pensiones; retraso de la edad de jubilación; reducción del gasto público; recortes en los servicios del Estado de bienestar; merma de los fondos para la prevención de la pobreza y de la exclusión social; reforma laboral, etc.) ha provocado un vertiginoso aumento del desempleo y de los desahucios. La mendicidad se ha disparado. Así como el número de suicidios.
A pesar de que el sufrimiento social alcanza niveles insoportables, Angela Merkel y sus seguidores (entre ellos Mariano Rajoy) continúan afirmando que sufrir es bueno y que ello no debe verse como un momento de suplicio sino de auténtico júbilo. Según ellos, cada nuevo día de castigo nos purifica y regenera y nos va acercando a la hora final del tormento. Semejante filosofía del dolor no se inspira en el Marqués de Sade sino en las teorías de Joseph Schumpeter, uno de los padres del neoliberalismo, quien pensaba que todo sufrimiento social cumple de algún modo un objetivo económico necesario y que sería una equivocación mitigar ese sufrimiento aunque sólo fuese ligeramente.
En eso estamos. Con una Angela Merkel en el rol de “Wanda, la dominadora”, alentada por un coro de ­fanáticas instituciones financieras (Bundesbank, Banco Central Europeo, ­Fondo Monetario Internacional, Organización Mundial del Comercio, etc.) y por los eurócratas adictos de siempre (Durao Barroso, Van Rompuy, Ollie Rehn, Joaquín Almunia, etc.). Todos apuestan por un masoquismo popular que llevaría a los ciudadanos no sólo a la pasividad sino a reclamar más expiación y mayor martirio “ad maiorem gloria Europa”. Hasta sueñan con eso que los medios policiales denominan “sumisión química”, unos fármacos capaces de eliminar total o parcialmente la conciencia de las víctimas, convertidas sin quererlo en juguetes del agresor. Pero deberían ir con cuidado, porque la “masa” ruge.
En España, donde el Gobierno de Mariano Rajoy está aplicando políticas salvajes de austeridad al límite precisamente del “sadismo” (1), las expresiones de descontento social se multiplican. Y eso en un contexto de enorme desconcierto, en el que, de repente, los ciudadanos constatan que a las crisis económica y financiera se suma una grave crisis de gobernación. Simultáneamente, varios pilares fundamentales del edificio del Estado se resquebrajan: la Corona (con el tétrico asunto de la caza del elefante en Bostwana), el Poder judicial (con el cochambroso caso Dívar), la Iglesia (que no paga el Impuesto sobre Bienes Inmuebles, IBI), el sistema bancario (del que nos afirmaban que era el “más sólido” de Europa y constatamos que se desmorona), el Banco de España (incapaz de alertar sobre Bankia y otras quiebras espectaculares), las Comunidades Autónomas (sumidas algunas de ellas en abismales escándalos de corrupción), los grandes medios de comunicación (excesivamente dependientes de la publicidad y que ocultaron las calamidades por venir)...
Sin hablar del propio Gobierno cuyo Presidente, en un momento en el que España (con Grecia) se ha convertido en el eje de los problemas del mundo, parece avanzar sin brújula. Y quien, frente a preguntas fundamentales, o da la callada por respuesta o contesta con expresiones surrealistas (“Vamos a hacer las cosas como Dios manda”), o sencillamente sostiene contraverdades (2). Mariano Rajoy y su equipo económico tienen una gran responsabilidad en el desastre actual. Han dirigido la crisis bancaria con evidente torpeza; han dejado descomponerse el caso de Bankia; han transformado una clara situación de quiebra en un pulso con Bruselas, el Banco Central Europeo y el FMI; han practicado el negacionismo más necio, pretendiendo hacer pasar un rescate de consecuencias gravísimas para la economía española como un crédito barato y sin condiciones (“Es un apoyo financiero que no tiene nada que ver con un rescate”, declaró Luis de Guindos; “Lo que hay es una línea de crédito que no afecta al déficit público”, afirmó Rajoy).
Todo esto da la penosa impresión de un país que naufraga. Y cuyos ciudadanos descubren de pronto que tras as apariencias del “éxito económico español”, pregonado durante lustros por los gobernantes del PSOE y del PP, se escondía un modelo (el de la “burbuja inmobiliaria”) carcomido por la incompetencia y la codicia.
En cierta medida, comprendemos ahora –muy a expensas nuestras– uno de los grandes enigmas de la historia de España: ¿cómo fue posible que, a pesar de las montañas de oro y plata traídas de América por el Imperio colonizador y explotador, el país se viese convertido, a partir del siglo XVII, en una suerte de “corte de los milagros “llena de mendigos, desamparados y pordioseros? ¿Qué se hizo de tamaña riqueza? La respuesta a estas preguntas la tenemos hoy ante los ojos: incompetencia y miopía de los gobernantes, codicia infinita de los banqueros.


Y el castigo actual no ha terminado. Después de que la agencia Moody’s, el pasado junio, rebajara la nota de la deuda española en tres escalones, desde A3 hasta Baa3 (uno por encima del “bono basura”), la prima de riesgo llegó hasta límites insostenibles. La solvencia española está en la pendiente que conduce a un rescate. Y tanto el rescate de la banca como el rescate de la deuda pública tendrán un ­coste social terrorífico. En su informe anual sobre España, el Fondo Monetario Internacional, por ejemplo, ya está reclamando que el Gobierno suba el IVA y que apruebe lo antes posible una nueva disminución del sueldo de los funcionarios para reducir el déficit. Además, en un documento de trabajo, los expertos del Fondo recomiendan a España que rebaje aún más el despido, reclaman el contrato único y que se evite la actualización automática de los sueldos (3).
La Comisión Europea recomienda igualmente la subida del IVA, y la adopción de nuevas medidas “austeritarias”: el retraso de la edad de jubilación, el control del gasto en las Comunidades, el endurecimiento de las prestaciones por desempleo, la eliminación de la desgravación por vivienda y la reducción del volumen de la Administración Pública. Todo antes de 2013. Ya que no se puede devaluar el euro, se trata de devaluar a todo un país, rebajando su nivel de vida de un 20 a un 25%...
Por su parte, la canciller alemana exige que España continúe con las profundas reformas económicas y fiscales. A pesar de la canina fidelidad que le manifiesta Rajoy, Merkel se opone con uñas y dientes a cualquier medida del Gobierno que suponga para España ceder en el camino de la austeridad y de las reformas estructurales. Berlín quiere aprovechar el “shock” creado por la crisis, y la posición dominante de Alemania para conseguir un viejo objetivo: la integración política de Europa a las condiciones germanas. “Nuestra tarea hoy –declaró Merkel en un discurso ante el Parlamento alemán– es compensar lo que no se hizo [cuando el euro fue creado] y acabar con el círculo vicioso de la deuda eterna y de no cumplir las normas. Sé que es arduo, que es doloroso. Es una tarea hercúlea, pero es inevitable”. Algunos comentaristas hablan ya del IV Reich...
Porque, si se produce el “salto federal” y se avanza hacia una unión política, eso significa que cada Estado miembro de la UE tendrá que renunciar a considerables partes de su soberanía ­nacional. Y que una instancia central podrá interferir directamente en los presupuestos y los impuestos de cada Estado para imponer el cumplimiento de los acuerdos. ¿Cuántos países están dispuestos a abandonar tanta soberanía nacional? Si ceder parte de la soberanía es inevitable en un proyecto de integración político como la Unión Europea, existe sin embargo una diferencia entre federalismo y neocolonialismo... (4).
En los Estados sometidos a rescates –España, entre otros– estas importantes pérdidas de soberanía ya son efectivas (5). Desmintiendo a Rajoy, el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, afirmó que la troika (BCE, Comisión Europea y FMI) controlará la reestructuración de la banca en España (6). Esa troika gobernará la política fiscal y macroeconómica para ­seguir imponiendo reformas y recortes y para asegurar la prioridad del cobro de la deuda que los bancos españoles tienen con la banca europea, y principalmente alemana (7). España dispone pues, desde junio pasado, de menos libertad, menos soberanía de su sistema financiero y menos soberanía fiscal.
Todo ello sin ninguna garantía de salir de la crisis. Al contrario. Como lo recuerdan los economistas Niall Ferguson y Nouriel Rubini: “La estrategia actual de recapitalizar los bancos a base de que los Estados pidan prestado a los mercados nacionales de bonos –o al Instrumento Europeo de Estabilidad Financiera (IEEF) o a su sucesor, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE)– ha resultado desastrosa en Irlanda y Grecia: ha provocado una explosión de deuda pública y ha hecho que el Estado sea todavía más insolvente, al tiempo que los bancos se convierten en un riesgo mayor en la medida en que más parte de la deuda pública está en sus manos” (8).
Pero entonces, si no funcionan ¿por qué se mantienen esas sádicas políticas de “austeridad hasta la muerte”? Porque el capitalismo se ha puesto de nuevo en marcha y se ha lanzado a la ofensiva con un objetivo claro: acabar con los programas sociales del Estado de bienestar implementados después del final de la Segunda Guerra Mundial y de los que Europa es el último santuario.
Pero, como decíamos más arriba, debería ir con cuidado. Porque las “masas” están rugiendo...
NOTAS:
1) Léase Conn Hallinan, “Spanish Austerity Savage to the Point of Sadism”, Foreign Policy in Focus, Washington DC, 15 de junio de 2012.http://www.fpif.org/ blog/the_pain_in_spain_falls_mainly_on_the_plain_folk 
(2) Léase Ignacio Escolar, “Las siete grandes mentiras sobre el rescate español”, Escolar.net, 11 de junio de 2012.http://www.escolar.net/MT/archives/2012/06/las-siete-grandes-mentiras-sobre-el-rescate-espanol.html 
(3) El País, Madrid, 15 de junio de 2012. 
(4) Léase Niall Ferguson, Nouriel Roubini, El País, Madrid, 10 de junio de 2012. Léase también, Ignacio Ramonet, “Nuevos protectorados”, Le Monde diplomatique en español, marzo de 2012. 
(5) Una prueba de la mentalidad de neocolonizados es el esperpéntico proyecto Eurovegas que se disputan las Comunidades de Madrid y de Cataluña, basado en la especulación urbanística y financiera, y asociado al “aumento del blanqueo de capitales, la prostitución, las ludopatías y las mafias”. Consúltese la plataforma Aturem Eurovegas: http://aturemeurovegas.wordpress.com 
(6) El País, Madrid, 14 de junio de 2012. 
(7) Vicenç Navarro, Juan Torres, “El rescate traerá más recortes y no sirve para salir de la crisis”, Rebelión, 15 de junio de 2012.http://www.rebelion.org/noticia.php?id=151370 
(8) Ver la nota 4

Fotografia:"Dómine, non sum dignus maya".
Jesús Diaz Pereira















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