Cuando imitamos a Penélope
la vida cotidiana se convierte
en un continuo tejer y destejer
sin otro fin que engrosar
el enorme vientre de Aracne
bolsa de usuras y teneres
de donde sin cesar surge
ese hilo interminable:
El genuino hilo de la vida.
Así pensado , los humanos,
aparte de un ADN
sospechosamente parecido,
se diferencian de las arañas
por sus presas:
Los arácnidos prefieren los insectos
y nuestra especie sapiens- sapiens
despilfarra el tiempo de nuestra vida
para caer en la propia trampa...