El tren que surge del lóbrego túnel
se encamina hacia mí,como un escalofrío
y en el oído abandona su eterna canción
treinta y tres,treinta y tres,y tres..y tres...
antes de enfilar la castellana llanura
terciada en áureas espigas de juventud repleta
Las lejanas colinas se entremezclan
en su sistema de celestes siluetas
graciosas y femeninas,montañas y estepa
retumban en las azules pupilas
treinta y tres,treinta y tres,y tres,y tres...
En el íntimo sendero del joven corazón
recorre un no sé qué turbio y descabalgado
desde un extremo a otro
desde el vientre hasta la espalda
Todos los caminos del cuerpo
barbotean sangre
en una sola dirección
latiendo sin sujeto ni sentido
en vía única de fonética pasión
treinta y tres,treinta y tres, y tres y tres...
Y el viento se hace eco de esos ayes
por lejos que se encuentre
el alma de la carne
se termina haciendo penetrable y tierna
como en la mar,la ola
que envuelve en su dulzura
el palpito abrazante
rompiendo el sentimiento
en ese rompeolas de la mañana
de brisa y espuma
en que el ensueño nos embriaga
con un eco reiterado:
treinta y tres,treinta y tres y tres,y tres...
J.D.P
