(Continuación II parte).Preparación del Viaje e incidencias previas
¡Al fin conseguí el contacto necesario para llegar a la zona atlántica sin demasiados recelos !Contacté con un Obispo Evangelista,que dirigía un movimiento social de discapacitados y que funcionaba al margen del Gobierno,y necesitaba apoyo en parte para su proyecto en una zona evangélica y anglófona tan importante como la de Zelaya.Nos dimos un tiempito para organizar las jornadas bien,sin pedantería expositiva,forma práctica y con el grano contado es decir presupuestos ajustados que incluían el alquiler de la única avioneta que llegaba a esta zona,los tentempiés de los alumnos,las dietas de los intervinientes,temarios procedentes y precauciones estratégicas para no fallar en la relación con los seguros antagónicos miskitos que se plegarían a la menor referencia a las políticas de Gobierno,es decir lo más técnico posible a partir de las Orientaciones emanadas por las Naciones Unidas en materia de desarrollo de Políticas para la Integración de personas discapacitadas,y con los contactos que disponía a estos efectos con la Organización Internacional del Trabajo y sus Recomendaciones y Convenios ,como marco para hablar en particular del Proyecto y enganchar voluntades con la detección de necesidades para articular algo viable y adecuado a lo que necesitaba aquellas gentes,que era mucho y a todos los niveles.
(Previamente había tenido una experiencia en la Zona Atlántica de la llegada y recepción de un parapléjico a la Isla del Maiz,y comprendí que su joven esposa no sabía que hacer con aquel chavalo , que recién llegaba del Aldo Chevarría(Hospital de referencia estatal) pero que le dominaba un susto mayúsculo,aparte de lo que nos supuso el propio trayecto del que hablaré en su día.Yo estaba viendo aquel muchacho tan joven y lleno de vida,a pesar de su lesión,en aquella pequeña Isla, y que de no seguirlo adecuadamente aparecerían las escaras en poco tiempo.Le pregunté cómo andaban de servicios de salud,cuantas enfermeras tenían,que si sabía cambiar la bolsa,que le recordase que tiene que hacer movimientos de autocuido,etc.Me dijo que allí siempre tenían servicio médico y que ella conocía a una auxiliar del Dispensario,que era vecina y lo cierto es que se tranquilizó, incluso durante el aterrizaje del avión en Corn Island , y a pesar de la bajada que le dieron al chavalo entre varios hombres empleando una escalera de tijera, sinembargo me despidieron con una agradecida sonrisa).
Quedamos a las 5 y media de la madrugada en el Aeropuerto Cesar Augusto Sandino.Salí hora y media antes de casa anduve en completa oscuridad hasta que llegué ala única parada de taxis abierta supuestamente a esas horas Hotel Intercontinental,donde estaba durmiendo el taxista en su coche tan destartalado como él,no se apuró en abrir,antes miró varias veces hasta valorar mi credibilidad,cuando le pareció abrió mugió antes de decirme ¿a donde le llevo?...Cuando pasaba por la Carretera Norte que es la vía mas larga de Managua le mandé parar para comprar un periodico,pues acostumbrado a las largas esperas que me deparó ese Aeropuerto en los viajes internos,quería ir preparado¡Dios! las portadas del Barricada,La Prensa y el Nuevo Diario,que eran los tres periódicos diarios tenían la misma noticia:El último servicio aéreo de la Zona Atlántica había caído.La noticia estaba llena de fotografías con cuatro cuerpos,los ocupantes.Uno de los cuales era español , tenía una barca de pesca en Blufields,y allí había quedado...Se levantó un temporal de los que abaten la Costa en un momento se cayó.El primer trabajo a continuación fué decirle al taxista .Sigamos... al Aeropuerto por favor!Mientras la tinta de los periódicos manchaba mis manos,me preguntaba¿que se me había perdido a mí en aquel país de guerras y dificultades,donde cualquier cosa común resultaba tan especialmente ardua ?.En la zona de hangares del Aeropuerto me esperaba el piloto norteamericano de la Agencia Alas,el Sr Obispo y su joven esposa...
